Capitulo 23

Al día siguiente.
Me desperté a la diez de la mañana. Hoy no tenía colegio. La alegría de no ir me aliviaba. Pero la intriga de saber si realmente: ¿Por qué Pedro estaba con Agustina?
Agarre mi celular para ver si tenía algún mensaje y tenía dos. Abrí y me apareció el nombre de Zaira y luego de Pedro. Fui por orden, ja.
-Mensaje de Zaira: Amiga, acordate; a las siete voy a tu casa. ☺- Ese mensaje me había mandado a las nueve y cuarto. ¿Qué hacía levantada tan temprano? Me sorprende porque ella es de levantarse a las doce del mediodía los días que no tenemos clases.
-Mensaje de Pedro: De seguro te hiciste una novela y desde ya no es lo que parece. Vino a casa por unos productos que le trago a mi vieja, y quiso hablar conmigo. Me pregunto si estaba de vuelta con vos y me pregunto a donde vivía Nico.
¿Nico? ¿Qué Nico?
-Mensaje de Paula: ¿Nico? ¿Qué Nico?
Lo que pensé le puse.
¿Qué mierda tiene que anda preguntando si volvió o no conmigo?
Con mi celular en la mano; me levante y fui al baño a higienizarme.
  Luego de unos minutos, estaba ya en mi cuarto buscando ropa y mi celular comenzó a vibrar en la mesita de luz a donde lo había dejado.
-Mensaje de Pedro: Me acabas de despertar. Y encima me despiertas preguntando que Nico.
-Mensaje de Paula: Perdón; pero quiero saber...
-Mensaje de Pedro: Tu amigo.
-Mensaje de Paula: Ah. ¿Y para qué quiere saber eso?
-Mensaje de Pedro: Pregúntale.
-Mensaje de Paula: Que mal humor que tenes...
-Mensaje de Pedro: Me despertaste y encima me preguntas sobre... Déjalo ahí.
-Mensaje de Paula: ☺
-Mensaje de Pedro: Detesto las caritas, sabelo.
-Mensaje de Paula: Idiota.
-Mensaje de Pedro: Que agresiva.
-Mensaje de Paula: Sos un malhumorado de mierda.
-Mensaje de Pedro: Y vos una jodona. ;)
¿Jodona me dijo? ¿Lo molesto? ¡Genial!

              "Vengo para el almuerzo. Prometido. Te amo, cualquier cosa llámame.
                                                             Mamá"
Bien, al fin un día voy a almorzar con ella.
¿Qué puedo hacer ahora? No tengo nada para hacer. Es raro lo que voy a decir pero prefiero estar en el colegio que estar acá pegándome un embole.
Siempre que no hay clases me despierto temprano y me quedó en la computadora o viendo tele; medio que ya me canse de hacer la misma rutina de siempre.
¿Le molestaría a mi entrenadora de patín que vaya a estar hora? -Me fije la hora era las diez y media- ¡No creo! Hasta las doce siempre esta allí. Pero antes voy a tomar algo que muero de hambre.
  Rápidamente fui a la cocina y me serví en un vaso leche fría. Le puse un poco de azúcar claro y de acompaño un poco de chocolate. Para darle un gusto mas rico. Agarre unas vainillas y puse en un plato y con esas dos cosas en la mano me fui a sentar en el sillón para ver un poco de tele.
Moje la vainilla en la leche. Una delicia hacer eso siempre. Era algo tan rico que nunca desperdiciaria, por lo menos yo.
   Salí al patio de casa para fijarme como estaba el día. Y estaba bien para andar con unas zapatillas, jean y una remera manga corta. No hacía frió ni calor. Estaba hermoso.
Tal cual como dije que estaba para ponerse; me lo había puesto anteriormente. Agarré la llave de casa, mi celular y mi billetera quienes guarde en mis dos bolsillo.
Cerré la puerta con llave y comencé a caminar dirección al poli, a donde entrenaba yo. En este momento deberían entrenar algunas chicas de ocho hasta diez años.
   La verdad que hice mal en agarrar esta caminata. Para mi suerte tenía que pasar por el kiosco de Hernán y por la casa de Pedro. Que mal agarre esta calle. Pero ya me mande y no pienso ir por otra.
Pateando una piedra y estaba pasando por el kiosco de Hernán. Pero en eso se habré la maldita puerta de la casa de Pedro. Y justamente era él, con una cara de dormido.
Pedro: Ah bue... -Dijo cerrando la puerta-
Paula: ¿Ah bue, qué? -Dije frenando mi paso-
Pedro: ¿Te dije a vos?
Paula -Mire para todos lados-: Soy la única... -Dije mirando- O... ¿hablas solo ahora?
Pedro -Revoleo los ojos-: No.
Le hice una sonrisa falsa.
Pedro: Por tu culpa....
Paula: Sh... -Le dije callándolo- Por mi culpa nada.
Pedro: Es por tu culpa. Por tu culpa me mandan a comprar... -Yo largué una carcajada- que vos te despiertes no quiere decir que despiertes a los demás.
Paula: No, claro que no. Pero me había quedado con la intriga de que Nico hablabas... -Dijo sonriendo-
Pedro: Ja. -Dijo mirándome de pie a cabeza- Estas linda.
Paula -Revolee los ojos-: Chau.
Pedro: ¿A donde vas? -Lo miré con una obviedad- ¿Nico?
Paula -Reí y negué-: Ni se a donde vive. Al poli voy...
Pedro: ¿Tenes patín ahora? -Negué- ¿Entonces?
Paula: Que tanto preguntas. ¿Sos policía ahora? -Reí-
Pedro: Ponele...
Paula -Reí-: ¿Vos que tenes que comprar?
Pedro: ¿Sos policía?
Paula: Ponele...
Pedro -Rió-: Gaseosa.
Paula: Hum... -Me señalo- No tengo nada que hacer, así que voy a ver que onda. -Sonreí-
Pedro: Ah. -Hubo un silenció profundo, pero las miradas eran las que mas hablaban- Me voy..
Paula -Volviendo-: Si, yo igual. -Me acerqué para saludarlo y le di un beso en la mejilla-
Pedro -Nose como hice pero me agarro de la cintura-: ¿Un beso en la mejilla? 
Yo asentí y trague saliva. Él rió y se acerco lentamente.
  Me beso. Si, una vez más me beso.
¿Por qué todos critican la historia de este amor? Me pregunte mientras lo besaba tiernamente. Creo que hay gente que aún no comprenden que somos solo dos personas que se aman. ¿Amor prohibido? Eso me pregunte una vez y a él sobre todo le pregunte.
¿Qué delito cometimos para tener que amarnos a escondidas? Porque realmente no queres que nos vea nadie. No queremos que se enteré nadie. Yo y él no queremos molestar ni lastimar a nadie. Pero creo que es tiempo de no dar bola a esa gente. Por esa misma gente nos separamos. Mucho bla, bla, bla... pero, ¿lo sentimientos?
Paula -Entre besos-: Mejor me voy.
Pedro -Me agarro de la cara-: Sos tan linda. -Sonreí- Ojala pudiera volver el tiempo atrás... -Acarició mi mejilla-
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