Capitulo 14

El timbre de casa sonó varias veces. Eran las siete de la tarde, yo estaba esperando que sean las ocho así pudiera ir a patín.
Supuse que mi mamá no era. Tiene llave. Es imposible que se haya olvidado, si nunca esta en casa. Zaira imposible porque tiene asicana. ¿Nico? Puede que sea Nico.
Corrí con la esperanza que sea él. Nose porque pero quería verlo, quería volver a besarlo. ¿Me estaba enamorando de él? No, imposible. Es muy rápido. ¿Un capricho? Puede ser... no, Paula no. ¡ Cállate y ve abrir esa puerta!
 Apoye la maldita mano en el picaporte y abrí sin mirar al frente. Mis ojos quedaron en esas zapatillas pony. ¡Por dios! Estaba mas que segura que era un chico. ¿Pero quién? ¡Ay Paula. Deja de jugar y levanta la vista!
Sin mas que decir mi rostro comenzó a subir lentamente, haciendo memoria de ese jean, remera y esa campera conocida.
Quedé helada al verlo parado allí. Si, era él. Pedro.
Paula: ¿Tú? ¿Qué haces acá?
Pedro: Necesito hablar contigo. -Dijo rápidamente y mirando a sus costados- ¿Puedo?
Paula: Tenes solo quince minutos. -Abriendo paso para que pudiera entrar- Solo quince.
Pedro: ¿Tenes patín? -Yo asentí- Que yo recuerde... tenes a las ocho. -¡Mierda!- ¿Me equivoco?
Paula: No te interesa. -Dije fría- ¡Habla! -Dije cerrando la puerta de casa-
Pedro -Unos minutos de silencio hubo, hasta que él hablo-: ¿Te gusta?
Paula: ¿Qué?
Pedro: Si te gusta Nico. -Dijo sin apartar la mirada de mis ojos-
Paula -Mordí mi labio y poniendo una cara de "¡Que hambre!"-: Por favor. -Dije apartando la mirada- Claro que me gusta. -¿Qué? ¿Qué dijiste Paula?-
Pedro: ¿Te gusta? -Yo asentí sin mirarlo- ¡Mírame!
Paula: ¿A que viniste? -Dije mirándolo-
Pedro: Solo quiero saber eso...
Paula: Ya te contesté. -Apartando la mirada-
Pedro: No te creo.
Paula -Revoleé mis ojos y mire a un costado-: No me importa.
Pedro: Mírame y decime...
Paula: ¿Qué quieres que te diga? ¿Qué no te amo más y que ya me olvide de vos? -Dije rápidamente sin mirarlo-
Pedro: Si.
Paula -¿Cómo pretendes que te diga algo que no es cierto? ¡Maldición!-: ¿Te podes ir?
Pedro: No me voy hasta que no me lo digas mirándome a los ojos.
Paula -Suspiré-: ¿Te podes ir? -Negó- Por favor...
Pedro: Entonces eso quiere decir que aún me seguís amando y no me olvidaste... ¿No?
Paula: Piensa lo que quieras, pero vete.
Pedro: Que fría.
Paula: No es fría... -Lo miré- ¡duele!
Él no dijo nada, pero se acercó...
Paula: ¡Distancia! -Dije alejándome un poco-
Gaste esas pocas palabras en decir "Distancia" cuando se que ni pelota me va a dar. Se acercó, yo me aleje. ¡Mierda! La culpa la tiene esa maldita pared que hay allí. Si esa pared no estaría allí me sacaría un peso de encima.
Pedro -Acorralándome-: ¿Qué duele? La distancia duele mucho más...
Paula: Duele aún más lo que estas haciendo. -Dije mirándolo perdidamente en esos ojos marrones claros. ¡Me volvían loca aún!- ¿Te podes alejar?
Pedro -Negó-: Me gusta estar cerca. -Dijo inclinando su cabeza-
Paula -Quiso besar mi cuello, pero yo encogí un hombro-: ¡No lo hagas! Tenes novia.
Él me miro a los ojos. Que ganas de agarrarlo de la cara y partirle esa boca. ¡Oh, dios! Esto si que es... es... ¿Encantadora?
Paula: ¿La amas?
Pedro -Revoleo los ojos-: No la amo. Solo la quiero.
Paula: ¿Te enamoraste?
Pedro -Negó-: Me atrae...
Paula: Entonces no entiendo... porque estas con ella.
Pedro: ¿Es pregunta? -Tambalee mi cabeza- Si preguntas... no lo sé. 
Paula: Como no vas a saber. -Dije frotando mi nariz- Sabes que... ¡Sos muy pendejo en esto!
Pedro: Ah... -Largo una risita- tú sos... muy adulta, ¿no?
Paula: No se si adulta. Pero no me comporta tan pendeja en ese sentido. Eso que tú sabes muchas cosas que yo. Sos cualquiera. -Dije empujándolo, pero me agarro de la cintura- ¡Suéltame!
Saco un mano de mi cintura y la llevo a una mejilla mía. Cerré mis ojos. Malditos escalofríos  Malditos clavos que se me clavan en el corazón al sentir su caricia. Malditas mariposas.
Paula -Aún no los ojos cerrados-: ¡Me haces mal!
Pedro: No. Yo no te hago mal...
Paula: Si, me haces mal con todo lo que estas haciendo. -Lo miré a los ojos- Estábamos bien sin que vinieras, me mandaras mensajes, me hablaras.
Pedro: Yo no lo veía bien. Lo veía muy diferente. Me sentía mal, bah. Me siento mal.
Paula: ¿Por? -Baje mi mirada a sus labios-
Pedro: Por todo lo que te hice...
Paula: Una vez me pediste perdón. Suficiente. -NO, claro que no lo es Paula.-
Pedro: No. No lo es... -¿Lees mentes Alfonso? 
Paula: Es mejor que te vayas.
Pedro volvió acariciar mi rostro sin dejar de mirarme a los ojos, una que otra viste a mis labios. Mi lengua humedeció mis labios. Los tenía tan secos.
Lentamente su cabeza volvió a inclinarse y comenzó acercarse. Volví a sentir ese roce de labios que hace meses no sentía.
Una vez que mis labios y las de él chocaron... se volvieron a unir. Fue un beso que hizo recordar todo lo vivido con él. Ese poco tiempo que estuve con él. En ese tiempo en que él y yo vivíamos.
¡Maldición! Se que después de este beso todo seguirá igual.
Paula -Separándome-: No... esto esta mal. -Dije rápidamente-
Pedro: ¿Mal?
Paula: Encima preguntas. Nada cambie después de esto. Todo sigue igual... -Quise abrir la puerta pero el la cerró- ¡Te tenes que ir!
Pedro: No, no, no tengo que irme. ¿Tú queres que me vaya? -Encogí mis hombros- Tenes dos opciones: No o no.
Yo reí. ¿En estas ocasiones debía hacer esa clase de chistes? ¿En esta ocasiones tenía que salir de mi boca una risa?
Paula: Ves lo que haces..
Pedro -Agarro mi rostro con mis manos-: Recordemos lo vivido.
Paula: Me hace mal.
Pedro -Bajo la mirada-: Aún te sigo amando... -Dijo tan sincero mirándome a los ojos- No puedo olvidarte. Los celos me rebalsan al saber que estas con otro.
Paula: Te esta pasando todo lo que me sucedió a mi y me sigue sucediendo. ¡Bancatela! -Dije sacando sus manos de mis mejillas-
Pedro: ¿Lloraste? -Yo asentí-
Paula: Ahora me vas a decir que lo hiciste...
Pedro no dijo nada solo agacho la cabeza.
Paula: ¿Lloraste? -Dije algo sorprendida-
Pedro: ¿A que hora salís de patín?
Paula: No te impor.... -Tocándome el pelo cambié de opinión- A las nueve.
Pedro: Ey, cuando estabas conmigo salías a las diez. -Dijo molesto-
Paula: Cambiaron los horarios... -Dije sonriendo-
Pedro: Ah. -Rió- Me voy... -Quiso abrir la puerta y cerro otra vez- con una condición.
Paula -¿Y ahora que bonito?-: ¿Cual?
Pedro: Que nos veamos....
Paula: No... nose... -Hubo un silencio- ¿Cuando?
Pedro -Sonrió-: Yo te mando un mensaje.
Paula: Pero no hagas como la otra vez...
Pedro -Asintió-: Por cierto... ¿qué tenes acá? -Dijo tocándome la comisura de mis labios-
Paula: ¿Qué tengo? -Dije tocándome pero el me dio un pico-
Él rió y yo como tonta enamorada y dejándome llevar le sonreí y se fue.
¡Por diooooos! ¿Por qué me puede tanto? ¿Acaso no lo iba a olvidar? ¿Por qué siempre cuando quieres olvidar a ese alguien; ese alguien viene a reconquistarte de vuelta? ¿Por qué?
________________________________________________________
¿Por qué pasa eso? Siempre que queres olvidar de ese alguien; ese alguien vuelve... ¿Por qué sucede eso? :(
¿Por qué nos pueden tanto? ¿Será por qué estas tan enamorada que te dejas llevar...? :|
Sigan la novela al costado. Dejen comentarios acá o en @LauPL_PP_Sgo ♥